Historia de Miguel [Grupo de Mayores en Riesgo]

 Miguel ha sido un cuidador nato que desde pequeño ha cuidado a todos sus hermanos. Siempre cuenta cómo sus padres se tenían que marchar a trabajar y ahí se quedaba él, cuidando a todos.

Le hubiera encantado ser ingeniero o arquitecto, pero no pudo estudiar. En su juventud estuvo trabajando de portero al lado de la casa de sus padres, ya que todos sus hermanos se independizaron menos él, que siguió cuidando a sus padres. Siempre dice que siente algo muy especial por el barrio, que es su hogar, que se siente en casa paseando por estas calles.

 Cuando llegó a la madurez consiguió independizarse y pensó que por fin podría comenzar a vivir su vida, pensó que quizás llegó el momento de formar una familia y conocer a alguien especial. Pero esa rara sensación de libertad duró apenas un par de años ya que tuvo que volver a casa de su madre para cuidarla. Para él fue muy duro cuidar de su madre en sus últimos días, y eso que estaba acostumbrado a hacerse cargo de todos. Cada día era un reto para él, necesitaba ayuda, pero no sabía cómo pedirla, ni a quién. No sabía porque la situación le estaba sobrepasando. Un día se acercó al centro de servicios sociales del barrio y conoció el programa “Cuidar a quienes cuidan”. Allí Miguel se dio cuenta de que para cuidar a quienes queremos necesitamos primero cuidarnos a nosotros mismos. Junto con el apoyo del programa y del servicio de ayuda a domicilio Miguel pudo descargarse un poco y preocuparse también un poco de él. Su situación mejoró y se sentía más tranquilo y menos solo. Cuando la madre de Miguel se fue él ya era muy mayor y su vida había pasado casi sin darse cuenta. Ahora le toca dejarse cuidar.

Hoy estamos aquí celebrando el 80 cumpleaños de Miguel, donde cuenta su historia de vida con los ojos cansados y los huesos resentidos pero tranquilo y feliz de saber que nunca más se sentirá solo.